Cuando un anuncio es racista.
El 9 de octubre de 2017 el periódico El Pais publicó una noticia titulada Dove se disculpa y retira un anuncio criticado por "racista". En el artículo periodístico relatan cómo es el anuncio.
Comienza con una chica afroamericana, de piel negra, que se quita la camiseta para convertirse en una chica caucásica, de piel blanca y pelirroja, que también se quita la camiseta para acabar convertida en una chica hispana.
Las reacciones no se hicieron esperar, ya que era muy fácil asociar la idea de que con el jabón Dove dejarías de ser negra, asociado a la suciedad, para ser blanca, y por tanto, limpia.
La empresa, se defendió alegando que lo que quería mostrar es que el jabón Dove es apto para todo tipo de pieles. Suponiendo que esto fuese así, estaríamos ante una clara discriminación indirecta, que por parte de la empresa entendía neutra (al fin y al cabo en el anuncio representaban a diferentes etnias) y por supuesto involuntaria.
Por parte de las reacciones al anuncio se aprecia la existencia de prejuicios al asociar la suciedad con lo negro y la limpieza con lo blanco, lo cual no deja de ser ilógico, ya que también existen manchas blancas, o acaso hay alguien a quien no le haya caído algo de yogur en la camiseta...
Si hiciéramos un experimento colocando en una mesa lápices de colores, pasando por todo el espectro, desde el blanco hasta el negro, y preguntáramos a diferentes personas que cogiera el lápiz cuyo color se asociara a diferentes palabras, ¿que porcentaje cogería el lápiz blanco asociado a la palabra limpio o el lápiz marrón/negro asociado a la palabra sucio? Los prejuicios son una lacra difícil de eliminar. En mi opinión el ser humano es, por naturaleza, prejuicioso.
¿Y qué habría pasado si el orden en el que apareciesen las imágenes fuera otro? Empezar con la chica caucásica, pasando a la afroamericana y terminando con la hispana ¿nuestros prejuicios nos habrían llevado a reaccionar de la misma manera?
Lo que es evidente es que en el mundo hiperconectado en el que hoy vivimos, donde un anuncio hecho en una esquina del planeta puede ser visto en la otra esquina en cuestión de minutos, los mensajes que se lancen deben ser muy cuidadosamente estudiados, para evitar caer en discriminaciones indirectas como la del anuncio de Dove. Y seguro, que a pesar de los más sesudos estudios, caeremos en discriminaciones sin quererlo.
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