Cuando una política pública busca prevenir la violencia de género.
Presentación de la política pública “abramos o círculo”.
Es una política específica en contra de la violencia de género cuyo objetivo es prevenirla por medio de la atención psicológica a hombres que quieran aprender a resolver conflictos sin violencia y a comunicarse mejor con su familia y con su pareja.
Su ámbito de intervención se encuadraría en el suministro de información y/o atención o intervención psicológica personalizada.
Es un programa desarrollado por medio de un convenio entre la Secretaría Xeral da Igualdade de la Xunta de Galicia (perteneciente a la Consellería de Emprego e Igualdade) y el Colegio Oficial de Psicología de Galicia. También colaboran el Gobierno de España por medio del Ministerio de Igualdad y la Unión Europea por medio del Fondo Social Europeo.
Identificación del ámbito de discriminación que aborda la política.
El ámbito que aborda la política es el de la violencia de género y se dirige a hombres que adoptan actitudes inadecuadas en las relaciones con su pareja o con su familia y desean adquirir nuevos modos de comportamiento que estén exentos de agresividad.
Impacto y resultados que pueda tener esta política.
A falta de datos cuantitativos que nos permitan hacernos una idea de los resultados de esta política, es de esperar que siempre sean positivos, ya que si se consigue que los hombres participantes en la misma puedan resolver sus conflictos sin recurrir a la violencia, se reducirá el número de casos de violencia de género.
No obstante, medir los resultados de este programa se antoja casi imposible, por el hecho de que no hay manera de saber qué casos de violencia de género se han podido evitar.
Lo que sí es medible, para los casos de violencia de género, es comprobar cuántos de los agresores se sometieron al programa y cuantos no.
El programa se dirige a hombres con problemas de control de la violencia que deseen:
- Aprender a resolver conflictos sin violencia y a comprender la naturaleza de la misma.
- Aprender a comunicarse mejor.
- Relacionarse con las mujeres con respeto e igualdad.
- Educar a sus hijas e hijos en igualdad.
- Asumir hábitos positivos de relación y convivencia.
Aunque en mi opinión, las personas beneficiarias de esta política, en última instancia, serán aquellas mujeres que han podido evitar ser víctimas de violencia por parte de sus parejas.
Debilidades y fortalezas de la política analizada.
Sin duda, la principal debilidad de esta política es que solo se dirige a hombres que quieran aprender a resolver conflictos sin violencia. Un hombre violento, que considere que su comportamiento es el adecuado (por su educación, sus vivencias en la infancia o adolescencia, por el motivo que sea) nunca va a querer participar en este programa. Y eso es un problema.
Por otro lado, la gran fortaleza de este programa es su carácter preventivo. Están muy bien todas las políticas de apoyo a las víctimas de violencia de género, pero muchos casos, desgraciadamente, acaban con el asesinato de la mujer a manos de su pareja, por ello me parece muy interesante que existan programas que buscan precisamente eso, prevenir, evitar que lleguen a producirse situaciones de violencia de género, evitando que las mujeres lleguen a convertirse en víctimas.
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